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29 de noviembre de 2010

Y por fin, Matute






Y para cerrar esta pequeña trilogía bloguera dedicada a autoras españolas del terror y la fantasía, qué mejor broche que el de Ana Mª Matute, galardonada este pasado 24 de Noviembre de 2010 con el premio Cervantes. Más vale tarde que nunca, reza el dicho.
Así se ha convertido en la tercera mujer en recibir este prestigioso galardón y esta grata noticia es para La Tabla Esmeralda la excusa perfecta que nos permite introduciros hoy al libro que ella tiene en más alta estima y del que se siente más orgullosa: Olvidado Rey Gudú, del año 1996, obra además que le ha brindado gran popularidad.

Ana Mª Matute, como perteneciente a una generación que sufrió las consecuencias más crudas de la Guerra Civil, siempre ha partido de una visión realista, utilizando sobre todo la percepción infantil de un mundo cruel y despiadado que además le tocó vivir. Pero la escritora ha conseguido desarrollar un estilo único y propio que se adentra en lo más profundo de la imaginación, configurando un mundo emocional y sutil de intenso lirismo y fantasía.

Así que tampoco es de extrañar que Ana Mª Matute diera el paso para avanzar en el terreno de la literatura fantástica con Olvidado Rey Gudú, aunque ya se comenzaron a presentir ciertos ecos en una obra anterior, la Torre Vigía, de 1971. Con Olvidado Rey Gudú muchos comentaristas empezaron a dejar caer si estaba empezando a chochear, pero era la evolución lógica si se sabía observar ese cosmos tan peculiar e inconfundible que Ana Mª Matute había comenzando a tejer de un material vaporoso y de ensueño y a su vez, colmado de fatalidad y melancolía. 
Por eso es tan difícil de encasillar en un género concreto esta obra, porque aunque evidentemente el argumento posee todas las características que podrían circunscribirla en el ámbito de lo fantástico, no deja de utilizar las convenciones del cuento de hadas clásico pero de manera metafórica, lo que la relaciona más con la narrativa anglosajona que con la hispánica.
Ana Mª Matute, al uso de las sagas nórdicas, nos relata la historia dinástica de la creación y desaparición de un reino medieval imaginario, el del Reino de Olar, con toda la épica que ello conlleva, ya que no en vano Olvidado Rey Gudú es una epopeya en toda regla, con la magia como elemento imprescindible y mediador entre el mundo infantil, adolescente, lleno de ingenuidad y esperanzas que, conforme transcurre el tiempo, y la continua fricción con una realidad descarnada y cruda, va tornándose en cinismo, desengaño, brutalidad e, incluso, conduce a la locura y a la muerte.

No hay que olvidar que, en realidad, Olvidado rey Gudú se gestó como una serie de cuentos que Ana Mª Matute iba relatando a sus sobrinas, y que decidió desarrollar y convertir en novela. Así que en Olvidado Rey Gudú hay mucho de los hermanos Grimm por un lado, de nuevo la referencia al universo de tronco germánico y, por otro, también tropezamos con mucho humor negro y cierto tono de parodia en ciertos momentos, que sólo sirven al perverso fin de la escritora de retorcer los tópicos de los cuentos de hadas, hasta obtener una sinfonía irreconocible de emociones humanas: violencia, odio, inocencia, ambición, sexualidad, amor... acabando todo destilado en una única y simple esencia: el conflicto entre pragmatismo e idealismo

En sí, el libro está escrito de una manera flexible, dinámica, no agota, lo cual es de agradecer dada la densidad argumental, y absorbe en cuanto comienza a leerse. Es una obra bastante equilibrada en ese aspecto y no es de extrañar que supusiera un éxito editorial por su texto accesible y delicado y, claro está, por una temática que en este país siempre ha sido obviada a pesar de que el público admirador de la fantasía o el terror, ha estado demandando siempre algo en su propio idioma.



+ info:  Matute

22 de noviembre de 2010

Arcano Trece




Es imperdonable el desconocimiento que existe hacia Pilar Pedraza. 
Se trata de una de las autoras contemporáneas, que dedican una parte de su trabajo a la literatura fantástica y de terror, más relevante de las últimas décadas por estos parajes.
Y escribimos una parte de su obra porque Pilar Pedraza es doctora en Historia y profesora en la Universidad de Valencia de Historia del Cine, y aunque es escritora, no solamente se ha dedicado a narrar cuentos lóbregos, sino que ha disertado (y que siga haciéndolo, por favor) sobre arte, cine, la misoginia o la evolución de la femme fatale.
Es una mujer a la que no se le debería perder de vista porque siempre tiene algo que expresar de interés. Una verdadera rara avis in terris... sobre todo en ésta nuestra tierra, España, donde la literatura tradicional realista es la que habitualmente se considera seria, apartando hacia lo marginal cualquier otro género, que se suele observar como a un monstruillo alienígena...  con cierto repelús o compasión. 


Una buena manera de acercarse a la obra de Pilar Pedraza, sobre todo con la vinculada a la temática de la Tabla Esmeralda, es hacerse con la siguiente antología: 
Arcano Trece. Cuentos crueles. 
En ella se compilan relatos de diferentes etapas de la autora (Necrópolis, 1985) y una novela corta, Las Novias inmóviles (1994), agrupados en tres bloques: La carreta de las osamentas, Eros melancólico y La muerte sobre ruedas.
El nombre del volumen, Arcano Trece, hace referencia al decimotercer arcano mayor del Tarot, la Muerte, que es, lógicamente, el factor omnipresente en cada uno de los relatos...
Relatos donde se pueden encontrar pinceladas tan variadas que van desde el gótico clásico en Mater Tenebrarum, el humor negro y la ironía de El mejor abono, el horror urbano de La chica de la moto o la necrofilia más delicada e indecente de Las Novias Inmóviles.
A pesar de su gusto por la ambigüedad, el sadismo o la casquería, su proceder es vigoroso, agradable y preciso, no se abstrae exageradamente en la violencia o detalles truculentos. Sabe guiar lo que consideramos repulsivo hacia sensaciones insólitas e, incluso placenteras, a través de nuevas sendas, sensuales, a veces eróticas, desnudando miedos y  prejuicios, causando más desasosiego y malestar que verdadero terror. 
No olvidemos que son cuentos crueles, y esa crueldad y la fascinación que siente Pilar Pedraza por ella como por lo malvado, lo deforme o la transgresión, es lo que aparece de principio a fin en este libro. Se hace entrañable la intratextualidad de personajes, lugares y emociones que brota por los relatos, un recurso que la autora maneja para crear su propio universo de manera afectuosa y severa a la vez. Las figuras que deambulan por ese cosmos tan particular son dispares y bien conocidos: la mujer pantera, el vampiro, el erudito ensimismado, el aprendiz de brujo... todos ellos representantes del horror más clásico pero que bajo la pluma de Pilar Pedraza mutan de forma muy original.
Desde la Tabla Esmeralda deseamos que la obra de esta Dama pueda abarcar horizontes más amplios y llegar a un público mayoritario que, a buen seguro, disfrutaría con sus horrores y obsesiones plenamente. 
Ésta es nuestra modesta contribución al reconocimiento de su maravillosa y excepcional labor. No será la última.



               +info: Valdemar
        Siruela

21 de noviembre de 2010

... written in Spain!






También existe la literatura de terror y fantástica en nuestro país
No todo van a ser autores o libros extranjeros.
Así que, como preludio a lo que será la próxima edición de la Tabla Esmeralda en Dimensión Límite (aunque no desvelamos el qué), os presentamos una de las últimas novedades editoriales en España sobre este género:


Los Incorpóreos. El Mundo de las Sombras, de Ana Ripoll para nuestra querida Ediciones Siruela.


Se trata de la primera parte de una trilogía (El mundo de las Sombras, La Reina Azul y Mañana fue ayer) donde la autora narra las aventuras en Nueva York, Madrid y Praga, de una joven llamada Perséfone (la elección del nombre no es casual) y sus lances amorosos con un enigmático caballero llamado Gabriel.


En principio, todo apunta a que esta gran apuesta de Siruela sea una manera de seguir la estela de otras sagas literarias del mundo anglosajón (CrepúsculoLos misterios de los vampiros del sur...) que tanto éxito han alcanzado en los últimos años.


En todo caso, las conclusiones deben ser extraídas por tí, pertinaz lector... y si crees merece la pena dar una oportunidad a esta escritora novel.


Si quieres un adelanto, aquí puedes leer un fragmento de la obra.






                                                                                   +info: Siruela

19 de noviembre de 2010

Hanns Heinz Ewers: el corderito carnívoro





Ewers siempre fue un poco... insólito. Desde pequeño. Le venía de casta, su padre, pintor con cierta reputación en su época, alimentó esas tendencias hacia lo perverso y transgresor. En su adolescencia firmaba sus epístolas como seine geliebte lämmchen fleischfreßenden (su querido corderito carnívoro). Qué ternura de criatura.




Pero creo que deberíamos comenzar desde el principio... o al menos eso sería lo más lógico, pero sabiendo de quién vamos a hablar, tampoco tendría más importancia.  
Hanns Heinz Ewers.
Escritor, actor, aventurero, guionista de cine y espía.
Entre otras cosas.
Amante de lo extraordinario, lo grotesco y de curiosidad insaciable.
Un tipo siniestro.
Durante largos años su obra fue deliberadamente omitida y estigmatizada a causa de la intrincada vinculación de Ewers con el nazismo. Se le siguió leyendo en círculos restringidos de manera marginal y en base a paralelismos vitales que compartía con el gran Arthur Machen, pero aún hoy en día conseguir sus obras no es nada fácil.

Düsseldorf fue la ciudad que lo vió nacer en 1871 y con veinte años, tras licenciarse en derecho y con su primer librito de poemas satíricos bajo el brazo, Ein Fabelbuch, se lanzó a la aventura recorriendo el norte de Alemania y este de Europa con un grupo de vaudeville junto al que era dueño del célebre cabaret literario berlinés Überbrettl, el visionario austriaco Ernst Freiherr von Wolzogen. 
Estas travesuras dadá despertaron las iras de la censura, lo que le animó a abandonar Alemania y vagabundear por otros países durante años hasta que la Primera Guerra Mundial lo sorprendió en Sudamérica.


Ewers fue un auténtico trotamundos y poseía un olfato inigualable para asuntos sórdidos y de índole esperpéntica. Su espíritu de vocación irracional, sugestionable y emocional, herencia del Romanticismo, le causaron muchos, muchos problemas...

Se estableció en Nueva York, allí continuó escribiendo y labrándose una fama un tanto extraña.
Entre sus compatriotas ya era bastante célebre, sobre todo tras la publicación de su novela pulp más gloriosa: Alraune: die Geschichte eines lebenden Wesens, integrante de una trilogía (Der Zauberlehrling, Alraune y Vampyr) donde su alter ego, Frank Braun, se enfrenta a una serie de desafíos antinaturales y aberrantes que lo conducen a una dimensión irreconocible, lo guían al abismo.
Entre los estadounidenses, Herr Doktor Heinze Ewers, aparecía en debates públicos tratando de defender la postura de Alemania en la Gran Guerra, recaudando fondos para la Cruz Roja alemana y procurando incentivar la posición neutral de Norteamérica, esfuerzo completamente inútil ya que el sentimiento de clara hostilidad hacia todo lo germano era imparable. El propio Ewers fue blanco de suspicacias y no del todo infundadas, sobre todo al estallar el Escándalo Stegler.

En plena paranoia anti-germana, salta a los periódicos la historia del arresto por parte de los servicios secretos norteamericanos de un presunto espía alemánRichard Stegler, que tenía en su poder varios pasaportes falsos y cartas de recomendación inglesas, supuestamente para permitir regresar a su país a alemanes residentes en Estados Unidos, que conforme se iban desarrollando los acontecimientos bélicos, eran apresados y llevados a campos de prisioneros por la Marina Británica. Se mezcló también la figura del capitán Boy-Ed, al servicio de Alemania, volviéndose la trama totalmente rocambolesca con la aparición estelar de Ewers.
Según las explicaciones del poeta en los interrogatoriosStegler se acercó a él para requerir su ayuda en la adquisición de nuevos pasaportes falsos, deseo que él, siendo simplemente un escritor, no podía satisfacer. No obstante, las conversaciones que mantuvo con él le sirvieron para dilucidar que Stegler en realidad era un espía británico, no alemán, tratando de hostigar la animadversión imperante hacia todo lo germánico.

El embajador alemán Von Bernstorff trató de quitar hierro al asunto, pero aún así, Ewers fue retenido e internado en el campo de prisioneros de Fort Oglethorpe, en Georgia, como ciudadano alemán que era.
A pesar de que los servicios de inteligencia británicos y franceses lo declararon sin lugar a dudas agente del Reich, al finalizar la guerra Ewers fue liberado sin ninguna repercusión y regresó a su patria.
Sin embargo los viajes que realizó a España con pasaporte falso suizo bajo pseudónimo durante 1915 y 1916 y sus escarceos también con las tropas de Pancho Villa en México, quizás para animarlas a obstaculizar algunas maniobras militares estadounidenses mediante un ataque, evidenciaron la naturaleza real de su papel en todo el asunto.



Y qué decir de BerlínBerlín en el periodo de entreguerras, el Berlín decadente y maltratado, burdel de Europa.
Terreno espantosamente fértil para lo que sobrevino.
A ese Berlín regresó Ewers con su dandismo tétrico e insolencia, afianzando su carrera de intelectual y escritor con una larga lista de obras de muy distinto pelaje, pero de inequívoco regusto truculento y monstruoso. Desde biografías de autores como Baudelaire o Poe, libretos para óperas, artículos de divulgación científica, cuentos infantiles hasta escuetos relatos de corte pornográfico y escatológico donde la antropofagia o el bestialismo lucían en todo su esplendor.
Pero fue Alraune, su bella y lúbrica Alraune, la Alraune censurada en ParísLondres y San Petersburgo, la que le brindó la satisfacción de ver plasmada en celuloide una de sus obras por su propia mano.
La opulenta Universum Film AG le ofreció escribir el guión de la adaptación de su novela y Ewers no lo dudó ni un instante. Así, en 1928, con una Alemania resurgiendo de sus cenizas y disfrutando de la bonanza, Brigitte Helm interpretó a la anomalía maldita fruto del semen de un criminal ahorcado y una prostitutala mandrágora. 
Henrik Galeen fue el director, que no en vano también trabajaba de secretario para Ewers.
Hay que resaltar que no fue la primera vez que Ewers había prestado sus servicios a la industria del cine, ya en 1913, había escrito el guión de El Estudiante de Praga, obra de referencia capital para la historia del cine fantástico.




Fue durante esos últimos años de la Weimarer Republik cuando Ewers se sintió atraído por el Partido Nacionalsocialista.
Hanns Heinz Ewers creía con honestidad en su país como ya supo demostrar, era un orgulloso alemán y Hitler, en sus inicios, representaba para él todo por lo que había luchado su nación. 
A pesar de que la vehemencia feroz y violencia de Adolf Hitler hicieron que muchos intelectuales y artistas alemanes decidieran abandonar su tierra, en Ewers provocaron una fascinación casi mesmérica que, unida a la manifiesta naturaleza esotérica y mágica del nazismo, ejercieron de gigantesco imán para la febril imaginación del poeta.

Ewers se hizo habitual de las reuniones de la sociedad Thule-Gesellschaft, a la que pertenecían Rudolf HessHeinrich Himmler o Alfred Rosenberg y fue en esos encuentros o quizás en los del popular Palacio del Ocultismo situado en el número 16 de la  Lietzenburger Straße, donde conoció al que por entonces dirigía la Orden Hermética del Alba Dorada:Therion, también Aleister Crowley. Con él mantuvo una profunda amistad epistolar; no es difícil intuir que compartían inquietudes similares.

En 1932 Ewers se ofreció a escribir, en un exaltado arrebato de patriotismo, un panegírico en honor de
Horst Ludwig Wessel, autor del himno nazi Die Fahne hoch y asesinado de forma turbia.
Con la maquinaria propagandística de Goebbels se convirtió en un mártir de la causa.
Pero a partir de ahí Ewers comenzó a recular, no se sabe muy bien la razón, pero empezó a apartarse de los círculos de la élite nazi.
Quizás empezara a chocar el espíritu inflexible marcial nacionalsocialista con su carácter anárquico y escasamente proclive a seguir las normas establecidas.
También pudo influir el hecho de que no compartiera en absoluto las querencias anti-semitas del Partido o sus propias tendencias homosexuales... la cuestión es que cayó en desgracia y a pesar de que seguía siendo famoso, sus publicaciones fueron vetadas en los periódicos berlinenes, parte de sus propiedades requisadas por el Reich y finalmente se le prohibió escribir. 
Hubiera tenido todas las papeletas para ser considerado honorable miembro del grupo Entartete Kunst o Arte Degenerado, a pesar de ser ario, lo que le habría supuesto cierta dignidad en los años posteriormente inmediatos a la caída de Hitler.
Pero no fue así.
Murió olvidado en 1943 de tuberculosis, en Berlín, ciudad que testarudamente no quiso abandonar a pesar de que la miseria lo estaba carcomiendo.




         + info: Valdemar

18 de noviembre de 2010

Especial Halloween: El Libro de Taliesin




¿Quién fue Taliesin?

No hay respuesta unánime. 
Se le considera uno de los más importantes bardos de la Edad Media que vivió en los territorios pertenecientes a la actual Gales, el sur de Escocia y la zona de Yorkshire. Se calcula que vivió a finales del siglo VI después de Cristo. Fue el bardo de por lo menos dos reyes distintos, padre e hijo, Urien y Owain mab Urien, al que luego la tradición situó en la mesa redonda del rey Arturo como uno de sus caballeros, Sir Uwain, el caballero del León
Se ha conjeturado también que Taliesin pudo ser el hijo adoptivo de un famoso rey dentro de la mitología galesa llamado Elphin ap- Gwyddo, también ha sido identificado con el mago Merlín e, incluso, barajado la posibilidad de varios Taliesins que se sucedieran a lo largo del s. VI.

¿Qué es el Libro de Taliesin?

Una recopilación de 77 poemas de diversa temática: elegías, himnos, teorías filosóficas, hechos históricos y profecías, atribuidos al bardo en cuestión. 
Se narran eventos referidos desde Alejandro Magno hasta los trabajos de Hércules, no en vano es el primer escrito en lengua vernácula (galés medieval) donde aparecen referidos. El Libro de Taliesin está datado a inicios del siglo XIV aunque hay fragmentos que datan del siglo X o incluso antes.

A destacar dos poemas: la Batalla de los Árboles y el Viaje al Otro Mundo.

En el primero de ellos Taliesin nos detalla cómo el mago Gwydion invoca a los árboles, haciéndoles cobrar vida animada, para que se unan a él en la próxima batalla contra los ejércitos del Otro Mundo.
Todavía en la actualidad no se ha finalizado de encontrar la interpretación y significado de este texto, escrito de manera críptica y muy rica en simbolismo druídico, pero no es complicado ver la influencia que ha ejercido en la conocida obra del escritor sudafricano John Ronald Reuel Tolkien, El Señor de los Anillos, donde envía a luchar contra las tropas de Saruman a los Ents o pastores de árboles.

El Viaje al Otro Mundo es otro poema también de simbología bastante oscura y enigmática donde Taliesin viaja junto al Rey Arturo y sus hombres, al Inframundo en busca de un caldero mágico, objeto muy recurrente en toda la tradición céltica para representar todo tipo de abundancia, sabiduría o sanación.
Este poema es un evidente preludio de lo que siglos más tarde se convertiría en la búsqueda del Santo Grial por parte de Arturo y sus caballeros.


Os invitamos a leer el siguiente fragmento donde son más que claras las referencias a la transmigración del alma, creencia muy arraigada en el druidismo.


He estado en muchas formas 
Antes de tomar una forma consistente; 
He sido una espada, estrecha de forma; 
He sido una lágrima en el cielo, 
He sido una estrella refulgente, 
He sido una palabra en una letra, 
He sido un libro en mi origen, 
He sido un rayo resplandeciente de luz, 
Un año y medio, 
He sido un puente estable 
Por encima de confluencias de compasión, 
He sido un camino, he sido un águila, 
He sido un barco de cuero en el mar, 
He sido la dirección de un bastón, 
He sido una bala de paja en un campo cerrado
Cambiando de forma durante nueve años, 
En las aguas, en la espuma, 
He sido consumido por el fuego, 
He sido la pasión en una cabaña. 
¿No soy yo él que cantará 
a la belleza de lo pequeño?



                                                                                                                                                                                                                                +info: Llyfr Taliesin

Y por fin, Matute

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Y para cerrar esta pequeña trilogía bloguera dedicada a autoras españolas del terror y la fantasía, qué mejor broche que el de Ana Mª Matute, galardonada este pasado 24 de Noviembre de 2010 con el premio Cervantes. Más vale tarde que nunca, reza el dicho.
Así se ha convertido en la tercera mujer en recibir este prestigioso galardón y esta grata noticia es para La Tabla Esmeralda la excusa perfecta que nos permite introduciros hoy al libro que ella tiene en más alta estima y del que se siente más orgullosa: Olvidado Rey Gudú, del año 1996, obra además que le ha brindado gran popularidad.

Ana Mª Matute, como perteneciente a una generación que sufrió las consecuencias más crudas de la Guerra Civil, siempre ha partido de una visión realista, utilizando sobre todo la percepción infantil de un mundo cruel y despiadado que además le tocó vivir. Pero la escritora ha conseguido desarrollar un estilo único y propio que se adentra en lo más profundo de la imaginación, configurando un mundo emocional y sutil de intenso lirismo y fantasía.

Así que tampoco es de extrañar que Ana Mª Matute diera el paso para avanzar en el terreno de la literatura fantástica con Olvidado Rey Gudú, aunque ya se comenzaron a presentir ciertos ecos en una obra anterior, la Torre Vigía, de 1971. Con Olvidado Rey Gudú muchos comentaristas empezaron a dejar caer si estaba empezando a chochear, pero era la evolución lógica si se sabía observar ese cosmos tan peculiar e inconfundible que Ana Mª Matute había comenzando a tejer de un material vaporoso y de ensueño y a su vez, colmado de fatalidad y melancolía. 
Por eso es tan difícil de encasillar en un género concreto esta obra, porque aunque evidentemente el argumento posee todas las características que podrían circunscribirla en el ámbito de lo fantástico, no deja de utilizar las convenciones del cuento de hadas clásico pero de manera metafórica, lo que la relaciona más con la narrativa anglosajona que con la hispánica.
Ana Mª Matute, al uso de las sagas nórdicas, nos relata la historia dinástica de la creación y desaparición de un reino medieval imaginario, el del Reino de Olar, con toda la épica que ello conlleva, ya que no en vano Olvidado Rey Gudú es una epopeya en toda regla, con la magia como elemento imprescindible y mediador entre el mundo infantil, adolescente, lleno de ingenuidad y esperanzas que, conforme transcurre el tiempo, y la continua fricción con una realidad descarnada y cruda, va tornándose en cinismo, desengaño, brutalidad e, incluso, conduce a la locura y a la muerte.

No hay que olvidar que, en realidad, Olvidado rey Gudú se gestó como una serie de cuentos que Ana Mª Matute iba relatando a sus sobrinas, y que decidió desarrollar y convertir en novela. Así que en Olvidado Rey Gudú hay mucho de los hermanos Grimm por un lado, de nuevo la referencia al universo de tronco germánico y, por otro, también tropezamos con mucho humor negro y cierto tono de parodia en ciertos momentos, que sólo sirven al perverso fin de la escritora de retorcer los tópicos de los cuentos de hadas, hasta obtener una sinfonía irreconocible de emociones humanas: violencia, odio, inocencia, ambición, sexualidad, amor... acabando todo destilado en una única y simple esencia: el conflicto entre pragmatismo e idealismo

En sí, el libro está escrito de una manera flexible, dinámica, no agota, lo cual es de agradecer dada la densidad argumental, y absorbe en cuanto comienza a leerse. Es una obra bastante equilibrada en ese aspecto y no es de extrañar que supusiera un éxito editorial por su texto accesible y delicado y, claro está, por una temática que en este país siempre ha sido obviada a pesar de que el público admirador de la fantasía o el terror, ha estado demandando siempre algo en su propio idioma.



+ info:  Matute

Arcano Trece

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Es imperdonable el desconocimiento que existe hacia Pilar Pedraza. 
Se trata de una de las autoras contemporáneas, que dedican una parte de su trabajo a la literatura fantástica y de terror, más relevante de las últimas décadas por estos parajes.
Y escribimos una parte de su obra porque Pilar Pedraza es doctora en Historia y profesora en la Universidad de Valencia de Historia del Cine, y aunque es escritora, no solamente se ha dedicado a narrar cuentos lóbregos, sino que ha disertado (y que siga haciéndolo, por favor) sobre arte, cine, la misoginia o la evolución de la femme fatale.
Es una mujer a la que no se le debería perder de vista porque siempre tiene algo que expresar de interés. Una verdadera rara avis in terris... sobre todo en ésta nuestra tierra, España, donde la literatura tradicional realista es la que habitualmente se considera seria, apartando hacia lo marginal cualquier otro género, que se suele observar como a un monstruillo alienígena...  con cierto repelús o compasión. 


Una buena manera de acercarse a la obra de Pilar Pedraza, sobre todo con la vinculada a la temática de la Tabla Esmeralda, es hacerse con la siguiente antología: 
Arcano Trece. Cuentos crueles. 
En ella se compilan relatos de diferentes etapas de la autora (Necrópolis, 1985) y una novela corta, Las Novias inmóviles (1994), agrupados en tres bloques: La carreta de las osamentas, Eros melancólico y La muerte sobre ruedas.
El nombre del volumen, Arcano Trece, hace referencia al decimotercer arcano mayor del Tarot, la Muerte, que es, lógicamente, el factor omnipresente en cada uno de los relatos...
Relatos donde se pueden encontrar pinceladas tan variadas que van desde el gótico clásico en Mater Tenebrarum, el humor negro y la ironía de El mejor abono, el horror urbano de La chica de la moto o la necrofilia más delicada e indecente de Las Novias Inmóviles.
A pesar de su gusto por la ambigüedad, el sadismo o la casquería, su proceder es vigoroso, agradable y preciso, no se abstrae exageradamente en la violencia o detalles truculentos. Sabe guiar lo que consideramos repulsivo hacia sensaciones insólitas e, incluso placenteras, a través de nuevas sendas, sensuales, a veces eróticas, desnudando miedos y  prejuicios, causando más desasosiego y malestar que verdadero terror. 
No olvidemos que son cuentos crueles, y esa crueldad y la fascinación que siente Pilar Pedraza por ella como por lo malvado, lo deforme o la transgresión, es lo que aparece de principio a fin en este libro. Se hace entrañable la intratextualidad de personajes, lugares y emociones que brota por los relatos, un recurso que la autora maneja para crear su propio universo de manera afectuosa y severa a la vez. Las figuras que deambulan por ese cosmos tan particular son dispares y bien conocidos: la mujer pantera, el vampiro, el erudito ensimismado, el aprendiz de brujo... todos ellos representantes del horror más clásico pero que bajo la pluma de Pilar Pedraza mutan de forma muy original.
Desde la Tabla Esmeralda deseamos que la obra de esta Dama pueda abarcar horizontes más amplios y llegar a un público mayoritario que, a buen seguro, disfrutaría con sus horrores y obsesiones plenamente. 
Ésta es nuestra modesta contribución al reconocimiento de su maravillosa y excepcional labor. No será la última.



               +info: Valdemar
        Siruela

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También existe la literatura de terror y fantástica en nuestro país
No todo van a ser autores o libros extranjeros.
Así que, como preludio a lo que será la próxima edición de la Tabla Esmeralda en Dimensión Límite (aunque no desvelamos el qué), os presentamos una de las últimas novedades editoriales en España sobre este género:


Los Incorpóreos. El Mundo de las Sombras, de Ana Ripoll para nuestra querida Ediciones Siruela.


Se trata de la primera parte de una trilogía (El mundo de las Sombras, La Reina Azul y Mañana fue ayer) donde la autora narra las aventuras en Nueva York, Madrid y Praga, de una joven llamada Perséfone (la elección del nombre no es casual) y sus lances amorosos con un enigmático caballero llamado Gabriel.


En principio, todo apunta a que esta gran apuesta de Siruela sea una manera de seguir la estela de otras sagas literarias del mundo anglosajón (CrepúsculoLos misterios de los vampiros del sur...) que tanto éxito han alcanzado en los últimos años.


En todo caso, las conclusiones deben ser extraídas por tí, pertinaz lector... y si crees merece la pena dar una oportunidad a esta escritora novel.


Si quieres un adelanto, aquí puedes leer un fragmento de la obra.






                                                                                   +info: Siruela

Hanns Heinz Ewers: el corderito carnívoro

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Ewers siempre fue un poco... insólito. Desde pequeño. Le venía de casta, su padre, pintor con cierta reputación en su época, alimentó esas tendencias hacia lo perverso y transgresor. En su adolescencia firmaba sus epístolas como seine geliebte lämmchen fleischfreßenden (su querido corderito carnívoro). Qué ternura de criatura.




Pero creo que deberíamos comenzar desde el principio... o al menos eso sería lo más lógico, pero sabiendo de quién vamos a hablar, tampoco tendría más importancia.  
Hanns Heinz Ewers.
Escritor, actor, aventurero, guionista de cine y espía.
Entre otras cosas.
Amante de lo extraordinario, lo grotesco y de curiosidad insaciable.
Un tipo siniestro.
Durante largos años su obra fue deliberadamente omitida y estigmatizada a causa de la intrincada vinculación de Ewers con el nazismo. Se le siguió leyendo en círculos restringidos de manera marginal y en base a paralelismos vitales que compartía con el gran Arthur Machen, pero aún hoy en día conseguir sus obras no es nada fácil.

Düsseldorf fue la ciudad que lo vió nacer en 1871 y con veinte años, tras licenciarse en derecho y con su primer librito de poemas satíricos bajo el brazo, Ein Fabelbuch, se lanzó a la aventura recorriendo el norte de Alemania y este de Europa con un grupo de vaudeville junto al que era dueño del célebre cabaret literario berlinés Überbrettl, el visionario austriaco Ernst Freiherr von Wolzogen. 
Estas travesuras dadá despertaron las iras de la censura, lo que le animó a abandonar Alemania y vagabundear por otros países durante años hasta que la Primera Guerra Mundial lo sorprendió en Sudamérica.


Ewers fue un auténtico trotamundos y poseía un olfato inigualable para asuntos sórdidos y de índole esperpéntica. Su espíritu de vocación irracional, sugestionable y emocional, herencia del Romanticismo, le causaron muchos, muchos problemas...

Se estableció en Nueva York, allí continuó escribiendo y labrándose una fama un tanto extraña.
Entre sus compatriotas ya era bastante célebre, sobre todo tras la publicación de su novela pulp más gloriosa: Alraune: die Geschichte eines lebenden Wesens, integrante de una trilogía (Der Zauberlehrling, Alraune y Vampyr) donde su alter ego, Frank Braun, se enfrenta a una serie de desafíos antinaturales y aberrantes que lo conducen a una dimensión irreconocible, lo guían al abismo.
Entre los estadounidenses, Herr Doktor Heinze Ewers, aparecía en debates públicos tratando de defender la postura de Alemania en la Gran Guerra, recaudando fondos para la Cruz Roja alemana y procurando incentivar la posición neutral de Norteamérica, esfuerzo completamente inútil ya que el sentimiento de clara hostilidad hacia todo lo germano era imparable. El propio Ewers fue blanco de suspicacias y no del todo infundadas, sobre todo al estallar el Escándalo Stegler.

En plena paranoia anti-germana, salta a los periódicos la historia del arresto por parte de los servicios secretos norteamericanos de un presunto espía alemánRichard Stegler, que tenía en su poder varios pasaportes falsos y cartas de recomendación inglesas, supuestamente para permitir regresar a su país a alemanes residentes en Estados Unidos, que conforme se iban desarrollando los acontecimientos bélicos, eran apresados y llevados a campos de prisioneros por la Marina Británica. Se mezcló también la figura del capitán Boy-Ed, al servicio de Alemania, volviéndose la trama totalmente rocambolesca con la aparición estelar de Ewers.
Según las explicaciones del poeta en los interrogatoriosStegler se acercó a él para requerir su ayuda en la adquisición de nuevos pasaportes falsos, deseo que él, siendo simplemente un escritor, no podía satisfacer. No obstante, las conversaciones que mantuvo con él le sirvieron para dilucidar que Stegler en realidad era un espía británico, no alemán, tratando de hostigar la animadversión imperante hacia todo lo germánico.

El embajador alemán Von Bernstorff trató de quitar hierro al asunto, pero aún así, Ewers fue retenido e internado en el campo de prisioneros de Fort Oglethorpe, en Georgia, como ciudadano alemán que era.
A pesar de que los servicios de inteligencia británicos y franceses lo declararon sin lugar a dudas agente del Reich, al finalizar la guerra Ewers fue liberado sin ninguna repercusión y regresó a su patria.
Sin embargo los viajes que realizó a España con pasaporte falso suizo bajo pseudónimo durante 1915 y 1916 y sus escarceos también con las tropas de Pancho Villa en México, quizás para animarlas a obstaculizar algunas maniobras militares estadounidenses mediante un ataque, evidenciaron la naturaleza real de su papel en todo el asunto.



Y qué decir de BerlínBerlín en el periodo de entreguerras, el Berlín decadente y maltratado, burdel de Europa.
Terreno espantosamente fértil para lo que sobrevino.
A ese Berlín regresó Ewers con su dandismo tétrico e insolencia, afianzando su carrera de intelectual y escritor con una larga lista de obras de muy distinto pelaje, pero de inequívoco regusto truculento y monstruoso. Desde biografías de autores como Baudelaire o Poe, libretos para óperas, artículos de divulgación científica, cuentos infantiles hasta escuetos relatos de corte pornográfico y escatológico donde la antropofagia o el bestialismo lucían en todo su esplendor.
Pero fue Alraune, su bella y lúbrica Alraune, la Alraune censurada en ParísLondres y San Petersburgo, la que le brindó la satisfacción de ver plasmada en celuloide una de sus obras por su propia mano.
La opulenta Universum Film AG le ofreció escribir el guión de la adaptación de su novela y Ewers no lo dudó ni un instante. Así, en 1928, con una Alemania resurgiendo de sus cenizas y disfrutando de la bonanza, Brigitte Helm interpretó a la anomalía maldita fruto del semen de un criminal ahorcado y una prostitutala mandrágora. 
Henrik Galeen fue el director, que no en vano también trabajaba de secretario para Ewers.
Hay que resaltar que no fue la primera vez que Ewers había prestado sus servicios a la industria del cine, ya en 1913, había escrito el guión de El Estudiante de Praga, obra de referencia capital para la historia del cine fantástico.




Fue durante esos últimos años de la Weimarer Republik cuando Ewers se sintió atraído por el Partido Nacionalsocialista.
Hanns Heinz Ewers creía con honestidad en su país como ya supo demostrar, era un orgulloso alemán y Hitler, en sus inicios, representaba para él todo por lo que había luchado su nación. 
A pesar de que la vehemencia feroz y violencia de Adolf Hitler hicieron que muchos intelectuales y artistas alemanes decidieran abandonar su tierra, en Ewers provocaron una fascinación casi mesmérica que, unida a la manifiesta naturaleza esotérica y mágica del nazismo, ejercieron de gigantesco imán para la febril imaginación del poeta.

Ewers se hizo habitual de las reuniones de la sociedad Thule-Gesellschaft, a la que pertenecían Rudolf HessHeinrich Himmler o Alfred Rosenberg y fue en esos encuentros o quizás en los del popular Palacio del Ocultismo situado en el número 16 de la  Lietzenburger Straße, donde conoció al que por entonces dirigía la Orden Hermética del Alba Dorada:Therion, también Aleister Crowley. Con él mantuvo una profunda amistad epistolar; no es difícil intuir que compartían inquietudes similares.

En 1932 Ewers se ofreció a escribir, en un exaltado arrebato de patriotismo, un panegírico en honor de
Horst Ludwig Wessel, autor del himno nazi Die Fahne hoch y asesinado de forma turbia.
Con la maquinaria propagandística de Goebbels se convirtió en un mártir de la causa.
Pero a partir de ahí Ewers comenzó a recular, no se sabe muy bien la razón, pero empezó a apartarse de los círculos de la élite nazi.
Quizás empezara a chocar el espíritu inflexible marcial nacionalsocialista con su carácter anárquico y escasamente proclive a seguir las normas establecidas.
También pudo influir el hecho de que no compartiera en absoluto las querencias anti-semitas del Partido o sus propias tendencias homosexuales... la cuestión es que cayó en desgracia y a pesar de que seguía siendo famoso, sus publicaciones fueron vetadas en los periódicos berlinenes, parte de sus propiedades requisadas por el Reich y finalmente se le prohibió escribir. 
Hubiera tenido todas las papeletas para ser considerado honorable miembro del grupo Entartete Kunst o Arte Degenerado, a pesar de ser ario, lo que le habría supuesto cierta dignidad en los años posteriormente inmediatos a la caída de Hitler.
Pero no fue así.
Murió olvidado en 1943 de tuberculosis, en Berlín, ciudad que testarudamente no quiso abandonar a pesar de que la miseria lo estaba carcomiendo.




         + info: Valdemar

Especial Halloween: El Libro de Taliesin

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¿Quién fue Taliesin?

No hay respuesta unánime. 
Se le considera uno de los más importantes bardos de la Edad Media que vivió en los territorios pertenecientes a la actual Gales, el sur de Escocia y la zona de Yorkshire. Se calcula que vivió a finales del siglo VI después de Cristo. Fue el bardo de por lo menos dos reyes distintos, padre e hijo, Urien y Owain mab Urien, al que luego la tradición situó en la mesa redonda del rey Arturo como uno de sus caballeros, Sir Uwain, el caballero del León
Se ha conjeturado también que Taliesin pudo ser el hijo adoptivo de un famoso rey dentro de la mitología galesa llamado Elphin ap- Gwyddo, también ha sido identificado con el mago Merlín e, incluso, barajado la posibilidad de varios Taliesins que se sucedieran a lo largo del s. VI.

¿Qué es el Libro de Taliesin?

Una recopilación de 77 poemas de diversa temática: elegías, himnos, teorías filosóficas, hechos históricos y profecías, atribuidos al bardo en cuestión. 
Se narran eventos referidos desde Alejandro Magno hasta los trabajos de Hércules, no en vano es el primer escrito en lengua vernácula (galés medieval) donde aparecen referidos. El Libro de Taliesin está datado a inicios del siglo XIV aunque hay fragmentos que datan del siglo X o incluso antes.

A destacar dos poemas: la Batalla de los Árboles y el Viaje al Otro Mundo.

En el primero de ellos Taliesin nos detalla cómo el mago Gwydion invoca a los árboles, haciéndoles cobrar vida animada, para que se unan a él en la próxima batalla contra los ejércitos del Otro Mundo.
Todavía en la actualidad no se ha finalizado de encontrar la interpretación y significado de este texto, escrito de manera críptica y muy rica en simbolismo druídico, pero no es complicado ver la influencia que ha ejercido en la conocida obra del escritor sudafricano John Ronald Reuel Tolkien, El Señor de los Anillos, donde envía a luchar contra las tropas de Saruman a los Ents o pastores de árboles.

El Viaje al Otro Mundo es otro poema también de simbología bastante oscura y enigmática donde Taliesin viaja junto al Rey Arturo y sus hombres, al Inframundo en busca de un caldero mágico, objeto muy recurrente en toda la tradición céltica para representar todo tipo de abundancia, sabiduría o sanación.
Este poema es un evidente preludio de lo que siglos más tarde se convertiría en la búsqueda del Santo Grial por parte de Arturo y sus caballeros.


Os invitamos a leer el siguiente fragmento donde son más que claras las referencias a la transmigración del alma, creencia muy arraigada en el druidismo.


He estado en muchas formas 
Antes de tomar una forma consistente; 
He sido una espada, estrecha de forma; 
He sido una lágrima en el cielo, 
He sido una estrella refulgente, 
He sido una palabra en una letra, 
He sido un libro en mi origen, 
He sido un rayo resplandeciente de luz, 
Un año y medio, 
He sido un puente estable 
Por encima de confluencias de compasión, 
He sido un camino, he sido un águila, 
He sido un barco de cuero en el mar, 
He sido la dirección de un bastón, 
He sido una bala de paja en un campo cerrado
Cambiando de forma durante nueve años, 
En las aguas, en la espuma, 
He sido consumido por el fuego, 
He sido la pasión en una cabaña. 
¿No soy yo él que cantará 
a la belleza de lo pequeño?



                                                                                                                                                                                                                                +info: Llyfr Taliesin