Grant te agradece la atención

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26 de febrero de 2011

Sobre bribones o genios.





 Von Däniken, emocionao, cantando Show must go on, temazo "mechero", oiga


Erich Von Däniken es un tunante irreverente (que me perdonen sus seguidores) no exento de cierta entrañable picaresca, que tuvo patente relevancia a finales de la década de los sesenta tras la publicación de una serie de libros donde exponía las peculiares ideas de que los seres humanos, a lo largo de su historia, habían sido visitados por extraterrestres que, jugando un papel activo y paternalista en nuestra evolución, dejaron tras de sí multitud de pruebas de sus pasadas visitas en la misma esencia de ciertas civilizaciones antiguas y restos arqueológicos desperdigados por todo el planeta: los mapas de Piri-Reis, las pirámides de Egipto y sus primas del otro lado del Atlántico, las Líneas de Nazcalos extraños dioses precolombinos con cascos y poses que recuerdan a los astronautas contemporáneos...y quién sabe si no habríamos sido, los propios humanos, el producto residual de algún experimento que lo mismo les había llegado a salir... bien y todo. Auténticos dioses alienígenas.
Como es lógico, todo este suculento guiso no se había cocinado únicamente en la cabecita de este sencillo granuja... Robert Charroux y W. Raymond Drake, entre otros, ya habían escrito años antes sobre astronautas en la Antigüedad que fueron en realidad nuestra civilización madre. Y si buscamos los antecedentes de todo este festín acabaremos en las garras de la Blavatsky, James Churchward o el imaginativo Curd Lasswitz. 



 ¿puede este Dogū ser en realidad un astronauta prehistórico?


Pero dejemos claro que el que popularizó e hizo negocio con la recién nacida Astroarqueología o, como gusta ser denominada también, Paleoastronaútica, fue y es el egregio Von Däniken, que con Recuerdos del Futuro Regreso a las estrellas, hizo tambalear los cimientos de la misma Humanidad y abrió las puertas de par en par hacia una nueva legión de investigadores, charlatanes y fieles que disfrutaron la llegada de una aparentemente nueva perspectiva en el mundo del fenómeno OVNI
Esa mezcla de insinuaciones reformuladas en misteriosos interrogantes salpimentados con verdades a medias junto al abuso del argumentum ad ignorantiamresultaron ser más que convincentes en su momento hasta que el tiempo fue poniéndolo en su sitio.

A pesar de que científica y arqueológicamente, de momento (quién sabe, claro), no se pueden coger ni con pinzas las teorías del señor Von Däniken, el material en sí era muy bueno para otros campos, como el de la Ciencia-Ficción.
O el de los Cómics, como muy bien supo comprender el genial Jack Kirby.

El Rey, como así es conocido Jack Kirby, deseaba, en plena efervescencia de los primeros años de la Marvel, dotar a ese Universo de una cosmogonía a la altura de sus innovadoras creaciones. Stan Lee fue menos entusiástico con esas aspiraciones de Kirby, al que dejó que acometiera esa tarea en solitario. Así fue fraguando en su cabeza una mitología de dimensiones trascendentales para todos y cada uno de los personajes de Marvel. Las hipótesis de Von Däniken habían encontrado el lugar más adecuado para florecer en todo su esplendor.




La aparición de Galactus en el número 48 de Los 4 Fantásticos en el año 1966 se puede considerar como el indicio de lo que años más tarde Kirby nos iba a presentar.
Para un asiduo de los cómics de super-héroes el nombre de Galactus es bien conocido. 
Galactus, que en inicio iba a ser como el Dios de Marvel (G de God, luego cambió a Galactus) es una criatura con unos poderes que van más allá de la comprensión humana. Se le llama el Devorador de Mundos pues viaja a lo largo del Universo alimentándose de la energía de los planetas, posean vida microbiana, sofisticadas civilizaciones o pedruscos.
Galactus no puede considerarse un villano en sí mismo, él sólo se alimenta, no juzga, y su cometido cósmico a grandes rasgos es evidente: segar la vida del Universo que de otro modo, se sofocaría a sí misma y acabaría desapareciendo.
Con el paso del tiempo, se fueron perfilando sus orígenes y también sus funciones: Galactus en realidad había sido un hombre... pero de un mundo distinto al nuestro. Galan, que ese era su nombre nativo, nació en el planeta Taa, perteneciente al universo anterior al Big Bang. Su civilización, al igual que su Universo, se extinguieron en un Big Crunch, y el único superviviente fue el que luego se convertiría en Galactus. Su nacimiento como Galactus estuvo íntimamente relacionado con la existencia de ciertas entidades cósmicas a las que Jack Kirby llamó Celestiales y que presentó en su obra en solitario Los Eternos. En resumen, Galactus se encarga también de podar adecuadamente las ramas del frondoso árbol de estos Celestiales, como ente equilibrador universal que es.




Los Eternos fue una colección publicada en 1976 de 19 números donde Jack Kirby nos explicaba el origen de los humanos en la Tierra de Marvel. En sucesivas huestes, unas criaturas gigantescas de poderes inimaginables, los Celestiales, se habían acercado por aquí y la habían sembrado con la semilla de la vida... experimentando y creando diversas especies de seres vivos, modificando sus compuestos primarios genéticos para conferirles la capacidad de la evolución... con resultados variopintos:  DesviantesEternos y Humanos. Una vez desarrolladas las razas, los Celestiales vigilaban el desarrollo de sus civilizaciones y juzgaban si su progreso podría considerarse nocivo para... digamos que su orden cósmico.



La Tierra ha recibido cuatro visitas de sus majestades Celestiales repartidas en, lógicamente, cuatro huestes:

La Primera Hueste llegó a la Tierra hace aproximadamente un millón de años.
Su intención era realizar experimentos sobre la raza predominante en la Tierra que resultó ser la humana. El Celestial llamado Gammenon cogió a varios especímenes de los primitivos humanos, los llevó a su nave nodriza y analizó sus genes. Viendo la versatilidad de su ADN, el Celestial llamado Ziran el Probador, alteró sus genes creando una nueva raza: los Desviantes, intentando comprobar los límites de la adaptabilidad de la humanidad. Después, Nezzar el Calculador pasó a experimentar con los pre-humanos deseando probar su longevidad y dureza; estos experimentos dieron lugar a la creación de los Eternos. Por último, con los últimos especímenes, Oneg el Sondeador introdujo un gen latente que les permitiría, después de cientos de años de evolución, desarrollarse en algo superior. Tras estos experimentos, los Celestiales dejaron en libertad a sus cobayas y se marcharon.


La Segunda Hueste de los Celestiales llegó a la Tierra hace unos 20000 años para comprobar los resultados de sus experimentos.
Una vez se presentaron, vieron que había una raza predominante, los Desviantes, que tenía esclavizada a la humanidad, que solo resistía en el enclave conocido como Atlantis, mientras que los Eternos vivían aislados de las otras dos razas. Al ver la llegada de los Celestiales, los Desviantes los consideraron enemigos, atacándolos. Los Celestiales como represalia arrojaron sobre la mayor ciudad Desviante, en Lemuria, una poderosa bomba que la devastó por completo. La explosión de esta bomba, en combinación con unos sucesos acontecidos en Atlantis, provocaron el Gran Cataclismo que sumergió la Atlántida.



 "eeeeh mucho cuidao, aquí no se me rebota ni dios" Caelites dixit


La Tercera Hueste de los Celestiales llegó hace unos mil años.
De nuevo buscaban comprobar los progresos de sus creaciones y si merecían continuar viviendo. Su llegada fue percibida por los Eternos, que trabajando en combinación con los patriarcas de los panteones incasolímpicos y asgardianos, intentaron evitar que losCelestiales destruyeran la Tierra si su juicio resultaba desfavorable.  Los Celestiales finalmente volvieron al espacio, pero no sin antes ordenar a los patriarcas que no interfirieran en los asuntos de la Tierra. Como resultado de esto, la mayoría de los panteones abandonaron a sus seguidores en la Tierra y con el tiempo cayeron en el olvido

La Cuarta Hueste de los Celestiales llegó a la Tierra en años recientes y puso de nuevo en guardia tanto a Eternos como patriarcas de los panteones. Mientras las matriarcas buscaban entre los humanos aquellos especímenes más perfectos, los patriarcas intentaron detener a los Celestiales. Así, Odín reunió la esencia vital de todos los asgardianos (excepto la de Thor) en el interior del ser conocido como el Destructor sin mucho éxito, pues los Celestiales lo derrotaron. Finalmente, la llegada de las matriarcas portando a doce niños perfectos (los llamados Jóvenes Dioses) puso fin a la crisis. 
Los Celestiales juzgaron digna a la humanidad y se marcharon llevándose consigo a los Jóvenes Dioses. Esta fue la última visita de los Celestiales a la Tierra sin embargo se sabe que regreserán de nuevo... pues hay algo aquí que les interesa... Y si no son ellos, quizás inesperadamente Galactus decida hacer acto de presencia otra vez y saciar su hambre definitivamente... para fastidio de terráqueos y Celestiales.


nada de Samuel Holden, ¡que alguien llame a herr doktor Von Däniken, rápido!



Esta obra tan personal de KirbyLos Eternos, no tuvo demasiado éxito entre el público del momento, así que tristemente, se suspendió y la conclusión de su trama finalizó en la colección de Thor. Sin embargo, con el paso de los años, los lectores han sabido reconocer su mérito, que proveyó al Universo de Marvel de un génesis complejo y bases firmes.
Más adelante, cuando El Rey abandonó Marvel y dirigió sus pasos a la competencia, Detective Comics, ofreció una cosmogonía también de tintes galácticos con la creación de Darkseid, los Nuevos DiosesApokolips... aunque remiten a otro tipo de cuestiones más alejadas de la Astroarqueología de Von Däniken, como el libre albedrío, el RagnaRök o la materia oscura. No obstante su importancia en el universo DC fue capital.



Darkseid preparando el Carnaval


Por supuesto, esto es un simple esbozo de lo que realmente sucede entre las páginas de los cómics relacionados con esta saga y personajes, los detalles y la esencia os los dejamos a vosotros, para que los descubráis o recordéis.
Quién iba a decir que los desvaríos de un sacamuelas ¿o visionario? fueran a medrar de manera tan excelente



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 Von Däniken, emocionao, cantando Show must go on, temazo "mechero", oiga


Erich Von Däniken es un tunante irreverente (que me perdonen sus seguidores) no exento de cierta entrañable picaresca, que tuvo patente relevancia a finales de la década de los sesenta tras la publicación de una serie de libros donde exponía las peculiares ideas de que los seres humanos, a lo largo de su historia, habían sido visitados por extraterrestres que, jugando un papel activo y paternalista en nuestra evolución, dejaron tras de sí multitud de pruebas de sus pasadas visitas en la misma esencia de ciertas civilizaciones antiguas y restos arqueológicos desperdigados por todo el planeta: los mapas de Piri-Reis, las pirámides de Egipto y sus primas del otro lado del Atlántico, las Líneas de Nazcalos extraños dioses precolombinos con cascos y poses que recuerdan a los astronautas contemporáneos...y quién sabe si no habríamos sido, los propios humanos, el producto residual de algún experimento que lo mismo les había llegado a salir... bien y todo. Auténticos dioses alienígenas.
Como es lógico, todo este suculento guiso no se había cocinado únicamente en la cabecita de este sencillo granuja... Robert Charroux y W. Raymond Drake, entre otros, ya habían escrito años antes sobre astronautas en la Antigüedad que fueron en realidad nuestra civilización madre. Y si buscamos los antecedentes de todo este festín acabaremos en las garras de la Blavatsky, James Churchward o el imaginativo Curd Lasswitz. 



 ¿puede este Dogū ser en realidad un astronauta prehistórico?


Pero dejemos claro que el que popularizó e hizo negocio con la recién nacida Astroarqueología o, como gusta ser denominada también, Paleoastronaútica, fue y es el egregio Von Däniken, que con Recuerdos del Futuro Regreso a las estrellas, hizo tambalear los cimientos de la misma Humanidad y abrió las puertas de par en par hacia una nueva legión de investigadores, charlatanes y fieles que disfrutaron la llegada de una aparentemente nueva perspectiva en el mundo del fenómeno OVNI
Esa mezcla de insinuaciones reformuladas en misteriosos interrogantes salpimentados con verdades a medias junto al abuso del argumentum ad ignorantiamresultaron ser más que convincentes en su momento hasta que el tiempo fue poniéndolo en su sitio.

A pesar de que científica y arqueológicamente, de momento (quién sabe, claro), no se pueden coger ni con pinzas las teorías del señor Von Däniken, el material en sí era muy bueno para otros campos, como el de la Ciencia-Ficción.
O el de los Cómics, como muy bien supo comprender el genial Jack Kirby.

El Rey, como así es conocido Jack Kirby, deseaba, en plena efervescencia de los primeros años de la Marvel, dotar a ese Universo de una cosmogonía a la altura de sus innovadoras creaciones. Stan Lee fue menos entusiástico con esas aspiraciones de Kirby, al que dejó que acometiera esa tarea en solitario. Así fue fraguando en su cabeza una mitología de dimensiones trascendentales para todos y cada uno de los personajes de Marvel. Las hipótesis de Von Däniken habían encontrado el lugar más adecuado para florecer en todo su esplendor.




La aparición de Galactus en el número 48 de Los 4 Fantásticos en el año 1966 se puede considerar como el indicio de lo que años más tarde Kirby nos iba a presentar.
Para un asiduo de los cómics de super-héroes el nombre de Galactus es bien conocido. 
Galactus, que en inicio iba a ser como el Dios de Marvel (G de God, luego cambió a Galactus) es una criatura con unos poderes que van más allá de la comprensión humana. Se le llama el Devorador de Mundos pues viaja a lo largo del Universo alimentándose de la energía de los planetas, posean vida microbiana, sofisticadas civilizaciones o pedruscos.
Galactus no puede considerarse un villano en sí mismo, él sólo se alimenta, no juzga, y su cometido cósmico a grandes rasgos es evidente: segar la vida del Universo que de otro modo, se sofocaría a sí misma y acabaría desapareciendo.
Con el paso del tiempo, se fueron perfilando sus orígenes y también sus funciones: Galactus en realidad había sido un hombre... pero de un mundo distinto al nuestro. Galan, que ese era su nombre nativo, nació en el planeta Taa, perteneciente al universo anterior al Big Bang. Su civilización, al igual que su Universo, se extinguieron en un Big Crunch, y el único superviviente fue el que luego se convertiría en Galactus. Su nacimiento como Galactus estuvo íntimamente relacionado con la existencia de ciertas entidades cósmicas a las que Jack Kirby llamó Celestiales y que presentó en su obra en solitario Los Eternos. En resumen, Galactus se encarga también de podar adecuadamente las ramas del frondoso árbol de estos Celestiales, como ente equilibrador universal que es.




Los Eternos fue una colección publicada en 1976 de 19 números donde Jack Kirby nos explicaba el origen de los humanos en la Tierra de Marvel. En sucesivas huestes, unas criaturas gigantescas de poderes inimaginables, los Celestiales, se habían acercado por aquí y la habían sembrado con la semilla de la vida... experimentando y creando diversas especies de seres vivos, modificando sus compuestos primarios genéticos para conferirles la capacidad de la evolución... con resultados variopintos:  DesviantesEternos y Humanos. Una vez desarrolladas las razas, los Celestiales vigilaban el desarrollo de sus civilizaciones y juzgaban si su progreso podría considerarse nocivo para... digamos que su orden cósmico.



La Tierra ha recibido cuatro visitas de sus majestades Celestiales repartidas en, lógicamente, cuatro huestes:

La Primera Hueste llegó a la Tierra hace aproximadamente un millón de años.
Su intención era realizar experimentos sobre la raza predominante en la Tierra que resultó ser la humana. El Celestial llamado Gammenon cogió a varios especímenes de los primitivos humanos, los llevó a su nave nodriza y analizó sus genes. Viendo la versatilidad de su ADN, el Celestial llamado Ziran el Probador, alteró sus genes creando una nueva raza: los Desviantes, intentando comprobar los límites de la adaptabilidad de la humanidad. Después, Nezzar el Calculador pasó a experimentar con los pre-humanos deseando probar su longevidad y dureza; estos experimentos dieron lugar a la creación de los Eternos. Por último, con los últimos especímenes, Oneg el Sondeador introdujo un gen latente que les permitiría, después de cientos de años de evolución, desarrollarse en algo superior. Tras estos experimentos, los Celestiales dejaron en libertad a sus cobayas y se marcharon.


La Segunda Hueste de los Celestiales llegó a la Tierra hace unos 20000 años para comprobar los resultados de sus experimentos.
Una vez se presentaron, vieron que había una raza predominante, los Desviantes, que tenía esclavizada a la humanidad, que solo resistía en el enclave conocido como Atlantis, mientras que los Eternos vivían aislados de las otras dos razas. Al ver la llegada de los Celestiales, los Desviantes los consideraron enemigos, atacándolos. Los Celestiales como represalia arrojaron sobre la mayor ciudad Desviante, en Lemuria, una poderosa bomba que la devastó por completo. La explosión de esta bomba, en combinación con unos sucesos acontecidos en Atlantis, provocaron el Gran Cataclismo que sumergió la Atlántida.



 "eeeeh mucho cuidao, aquí no se me rebota ni dios" Caelites dixit


La Tercera Hueste de los Celestiales llegó hace unos mil años.
De nuevo buscaban comprobar los progresos de sus creaciones y si merecían continuar viviendo. Su llegada fue percibida por los Eternos, que trabajando en combinación con los patriarcas de los panteones incasolímpicos y asgardianos, intentaron evitar que losCelestiales destruyeran la Tierra si su juicio resultaba desfavorable.  Los Celestiales finalmente volvieron al espacio, pero no sin antes ordenar a los patriarcas que no interfirieran en los asuntos de la Tierra. Como resultado de esto, la mayoría de los panteones abandonaron a sus seguidores en la Tierra y con el tiempo cayeron en el olvido

La Cuarta Hueste de los Celestiales llegó a la Tierra en años recientes y puso de nuevo en guardia tanto a Eternos como patriarcas de los panteones. Mientras las matriarcas buscaban entre los humanos aquellos especímenes más perfectos, los patriarcas intentaron detener a los Celestiales. Así, Odín reunió la esencia vital de todos los asgardianos (excepto la de Thor) en el interior del ser conocido como el Destructor sin mucho éxito, pues los Celestiales lo derrotaron. Finalmente, la llegada de las matriarcas portando a doce niños perfectos (los llamados Jóvenes Dioses) puso fin a la crisis. 
Los Celestiales juzgaron digna a la humanidad y se marcharon llevándose consigo a los Jóvenes Dioses. Esta fue la última visita de los Celestiales a la Tierra sin embargo se sabe que regreserán de nuevo... pues hay algo aquí que les interesa... Y si no son ellos, quizás inesperadamente Galactus decida hacer acto de presencia otra vez y saciar su hambre definitivamente... para fastidio de terráqueos y Celestiales.


nada de Samuel Holden, ¡que alguien llame a herr doktor Von Däniken, rápido!



Esta obra tan personal de KirbyLos Eternos, no tuvo demasiado éxito entre el público del momento, así que tristemente, se suspendió y la conclusión de su trama finalizó en la colección de Thor. Sin embargo, con el paso de los años, los lectores han sabido reconocer su mérito, que proveyó al Universo de Marvel de un génesis complejo y bases firmes.
Más adelante, cuando El Rey abandonó Marvel y dirigió sus pasos a la competencia, Detective Comics, ofreció una cosmogonía también de tintes galácticos con la creación de Darkseid, los Nuevos DiosesApokolips... aunque remiten a otro tipo de cuestiones más alejadas de la Astroarqueología de Von Däniken, como el libre albedrío, el RagnaRök o la materia oscura. No obstante su importancia en el universo DC fue capital.



Darkseid preparando el Carnaval


Por supuesto, esto es un simple esbozo de lo que realmente sucede entre las páginas de los cómics relacionados con esta saga y personajes, los detalles y la esencia os los dejamos a vosotros, para que los descubráis o recordéis.
Quién iba a decir que los desvaríos de un sacamuelas ¿o visionario? fueran a medrar de manera tan excelente



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